Mercè Diogéne (Perpinyà, 1922 - Sant Cugat, 2014) vivió y trabajó en Valldoreix –Sant Cugat-. Su formación artística empieza con Bernad Dorival, después con Víctor Moya, Pau Roig y Pascual Fort, con los que aprendió las técnicas de la pintura y el grabado.
Cabe destacar su personal aportación al mundo del tapiz, dentro los cánones estéticos de la Escuela Catalana de del Tapiz contemporáneo, que le dio fama en esta disciplina artística. Reconocidos críticos del país han hablado de su obra, que se caracteriza por la espontaneidad, lo que tiene de ingenua y alegre.
Su obra está presente en destacados museos y ha expuesto en el país y en el extranjero. En 1988 la Generalitat de Cataluña le otorgó La Creu de Sant Jordi, por su aportación al mundo de las artes visuales, a lo largo de su extensa trayectoria.
